sábado, 29 de diciembre de 2007

Xenakis en Murcia con Ditirambo y Julio Dominguez

Je, je... visto el comentario de Virginia, voy a poner por aquí algo que debí poner hace semanas. Es un copypaste del comentario que hice en http://www.camerata.es/ acerca del encuentro en que estuvo, con otras tres corales, el coroXenakis los días 1 y 2 de Diciembre en Murcia. Dicho encuentro lo organizó la coral Ditirambo y tuvo como director invitado al grandísimo Julio Domínguez al que hasta entonces todos admirábamos y del que ahora estamos enamorados o algo así...


"MADRE MIA, MADRE MIA, MADRE MIA!!!! Vaya fin de semana de nervios, música y entusiasmo. Para Xenakis empezó más tarde que para las demás corales, ya que llegamos el viernes por la noche (como a las 2) y uno de los conciertos, el de la Coral Ditirambo y Vocal Cluster ya había tenido lugar. Llegamos cansados pero contentos y muy nerviosos por cantar con y para tanta gente y, sobre todo, por la expectación ante conocer a Julio Domínguez (es genial que en dos días haya pasado de "Julio Donmiguez" a "Julio"). Llegamos cansados, pero ya nos habían comentado, lo que nos causó gran sorpresa y agradecimiento, que encontraríamos a Ditirambo y a Julio esperándonos en la puerta del hotel (el comentario general fue "¡Y yo con estos pelos!"). De verdad, chicos, se agradeció un montón la bienvenida. Después de hablar un rato con la comitiva, subimos las escaleras diciendo que "Jo, que guay, qué majos." y nos fuimos unos a dormir, otros a seguir con la fiesta que traiamos en el autobus. Al día siguiente empezaba el ensayo a las 10 de la mañana. Llegamos todos puntuales... menos el cura. Así que, entre que nos abrían la iglesia, hicimos calentamiento en plena calle. 130 personas cantando "Campanitas del lugar". Cuando conseguimos empezar el ensayo "bajo techo", Laura Russin, directora de Ditirambo, hizo una breve introducción/presentación y en seguida nos pusimos a calentar voces con Julio. Es impresionante cuando un nombre pasa de ser un

concepto (en este caso, éxito y talento) a ser una persona con la que se trata... las primeras csas divertidas o graciosas que hace le anonadan a uno... El caso es que estuvimos calentando y
ensayando. El calentamiento fue genial. Pero genial "de genio", no de "muy bien", que también. Siempre me ha fascinado hacer calentamientos con distintos directores porque es sorpendente que haciendo cosas o emitiendo sonidos aparentemente sin sentido, la voz se ponga tan "en forma" y cada director es capaz de descubrirte una forma nueva de liberar la voz. (En las fotos de arriba, algunos miembros de Xenakis durante el descanso del primer ensayo.) Según empezamos a cantar, tanto con Julio como con Laura, Carmen, Manuel y Joaquín, me fui tranquilizando. En Xenakis nos solemos inyectar optimismo y ánimo
al grito de "¡¡¡¡Tíos, somos la caña!!!!", pero luego, al menos yo, suelo llegar a los sitios con un cierto miedo a no cumplir las expectativas. Había alguna canción que no teníamos demasiado mirada (Freedom Trilogy, estaba bastante menos machacada de lo que acostumbramos y "Un dolor tengo en el alma", tampoco habíamos llegado a mirarla más que un par de veces), pero luego resultó que el conocimiento de las canciones era bastante heterogeneo y no tuvimos grandes problemas, estábamos en la media, porque además hubo coristas sueltos que faltaron a algún ensayo (cosa que ni pude entender ni me pareció bien, pero bueno), de manera que ibamos preparados para mayores exigencias de las que luego encontramos. Terminó el ensayo (foto de arriba) y nos fuimos a comer. La organización (Ana y Laura) habían decidido dónde iríamos a comer y cenar cada uno de los días. Esto si bien resta libertades (yo eché de menos algo de tiempo libre para ver la catedral que por fuera me pareció preciosa), supone una enorme ventaja, por no tener que separarnos (aunque siempre que se come con más de diez personas, es casi como si se comiera en otro sitio). Por la tarde, continuaron los ensayos hasta que salimos corriendo a vestirnos para el concierto de la tarde con la Coral Universitaria dirigida por Carmen Contreras. Carmen presentó su concierto de manera imponente y su coro cantó igulmente bien. Después salimos nosotros, muy tímidos ante semejante público. Joaquín dijo unas breves palabras de agradecimiento y empezamos nuestro concierto. Veni Sponsa Christi, de Alcaraz, salió muy bien a pesar de su complicación y solo eso nos sirvió para que creciera la seguridad y acabamos dando un concierto del que salimos muy contentos." Aquí os dejo el video de esta canción:






Joaquín interrumpió los aplausos para dar las gracias a Arantza Abián, que es nuestra profesora de canto y nos está ayudando un montón y que después entró llorando a moco tendido donde estábamos cambiándonos repartiendo enhorabuenas a diestro y siniestro. Arantza llorando, Joaquín llorando, Jesús llorando... aquello parecía Operanción Triunfo. Cuando terminó el concierto fuimos todos a cenar a un restaruante que ocupamos por completo. No cabíamos todos dentro y un pequeño grupo de Xenakitos acabamos en una mesa fuera con Jose Angel, de Ditirambo y Manuel Soler, director de Vocal Cluster y compositor de "Un dolor tengo en el alma". Vocal Cluster se fue después de su concierto porque muchos tenían otro compromisos y Manuel, tenía muy poca gente conocida alrededor. Si nosotros estábamos nerviosos, no sé como estaría él. Espero que se sintiese arropado. Desde fuera oíamos los cánticos y entrabamos de vez en cuando y recibiamos visitas fuera. (En la foto un momento de la cena en nuestra mesa con la visita de Ana Guzmán, de Ditirambo) Estábamos algo "marginados", pero fue igual de entretenido y bastante mas tranquilo, eso seguro.

Cuando nos retiramos, después de cantarle a Julio sus Cantos Asturianos (después de cenar y beber largo y tendido, eso es no tener vergüenza), algunos miembros de Ditirambo, algunos de Xenakis y Julio (vamos, los organizadores y los que no teníamos casa) fuimos a tomar una copa a un pub irlandés (de esos que luego en Irlanda no hay ninguno) y la velada se prolongó hasta mas de las tres. Fue la primera oportunidad que tuve para hablar más detenidamente con Julio y he de decir que es una persona fascinante, por, entre otras cosas, la cercanía con la que trata a todo el mundo. Uno puede esperar cierta distancia de alguien con ese nivel, pero no fue para nada así, de hecho, a pesar de síndrome de Gran Hermano que teníamos en mi coro que dervó en lloreras fortuitas, nervios permanentes, verborrea incontrolada y fenómeno fan en libertad sin vigilancia, nos trató en todo momento con mucho cariño. Se aprendió nuestros nombres (algunos ya los sabía) y, algo que me hizo muchísima gracia, nos dijo que eramos un coro de personajes... como nos caló... la leche... Esa noche, a pesar de las promeses de todos de "Por la noche vamos a montarla.", llegamos al hotel y no agunató nadie más de media hora...

Parte de Xenakis esperando al autobus que les llevaría al ensayo el domingo (y que Pablo y yo cogimos en la siguiente parada porque no nos esperaron :P)
A la izquierda, con Bea en segundo plano, Artantza Abián.

El domingo continuaron los ensayos. Para este día, unos cuantos de mi coro estaban ya malos (el cansancio y la mala alimentación de los viajes la conocemos todos). Antes de comer, se hizo un pequeño "casting" para algunos solos del concierto. El de Lux Aurumque lo hizo Natalia Cagide, de Xenakis y los de Freedom Trilogy los hicieron Laura Russin, de Ditirambo y Jesús Muños, de Xenakis. Nos dio mucha pena que no se pudiera presentar Joaquín (tenía la voz como de desayunar lejía), pero disfrutamos muchísimo de que pudiera contarlo Jesús. Es nuestro tenor entrañable Para cuando empezó el concierto yo estaba para meterme en la cama, pero se me pasó en cuanto empezó. Me imagino que Ditirambo habrá hecho alguna grabación (que desde aquí solicito encarecidamente). (En la foto, el solo de Jesús y el saludo de los directores al finalizar el concierto.) Terminó el concierto y acabé llorando de tensión y sentimientos desbordados y de todo... De verdad que estos encuentros son de una intensidad demoledora..."

En épocas de "estrés coral", ante un encuentro, un concurso o similar, todos nos tensamos todos. Hay que segir trabajando, porque es necesario para mantener la calidad de lo que hacemos, pero nos resistimos porque estamos cansados. Esto genera tiranteces. Cuando vives situaciones de este tipo con gente que te da un poco igual o, por lo general, parece menos complicado, pero Xenakis somos una piña y cuando a alguien se le ocurre que todo se puede ir a la mierda, o que puede estar distanciandose de un amigo, solo porque este ha tenido un mal gesto (o varios) en un momento de nerviosismo, viene el miedo. Este miedo ya nos ha arrancado lágrimas a varios en distintas ocasiones y por distintos motivos originales. Pero entonces interceden las palabras, los "¡¿Pero cómo puedes pensar eso?!" y un abrazo disuelve el miedo. En este caso, el abrazo volvió a ser de Joaquín, nuestro director y, en el caso de muchos, nuestro amigo. Asumo que estar palabras son interpretables de muchas maneras y habrá quien no termine de dibujar la situación y quién la dibuje equivocadamente, pero los detalles quedan como secreto del sumario.

"Repetimos restaurante para cenar y todos cenaron dentro menos nosotros que fuimos acomodados en una de las carpas de fuera. Al principio pensé que saldría más gente, pero no fue así. Los postres sí los tomamos dentro, cantando y hablando con todos. Después sometimos a Julio a una sesión de fotos y firma de autógrafos que le dio una beca para ir al cielo

(esperamos todos que dentro de mucho tiempo). ¡¡¡Julio, perdóname por abrir la caja de Pandora!!! (En la foto, Julio firmando autógrafos "en cadena" bajo la atenta mirada de nuestra solista y algunos de los cantores en la puerta del restaurante.)

Empezaron a recoger el restaurante (como en el chiste: Angelita, vámonos a la cama que estos señores querrán irse.) y nos marchamos. Nos marchamos a la puerta, concretamente. Ditirambo propuso ir a tomar algo hasta que saliese nuestro autobus, pero no merecía la pena para tan poco tiempo y quedamos en la calle hablando y cantando hasta que nos tiraron agua por una ventana. Sí, literalmente. Caminamos todos hasta el lugar donde nos teníamos que separar y allí estuvimos otro rato entre abrazos, agradecimientos y exclamaciones de "¡No me quiero ir!""¡No quiero que os vayais!" (Gracias, gracias, gracias a todos.) Por fin Diego (nuestro secretario de toda la vida y conciencia del coro) consiguió hacernos entrar en razón y llevarnos al autobus hasta el que caminamos cansados, doloridos pero contentos. Una vez en el bus, nos quedaba una sorpresa. Diego nos deja. Durante cinco años ha llevado (y traido) los papeles del coro, nos ha llevado de excursión, y ha sido el responsable de que lleguemos a los sitios, consigamos entrar 30 en un transporte público de manera organizada y sin colapsar el tráfico y nos ha proporcionadao gansadas varias con las que reirnos. Cierra una etapa, según sus propias palabras, y deja de ser un miembro activo de nuestra agrupación. Da mucha pena cuando alguien se va del coro, pero cuando se va alguien de aquellos seis que estuvimos en el primer ensayo en el colegio mayor, parafraseando a ... no sé a quién, "algo se muere en el alma". En fin, que ha sido un fin de semana de emociones fuertes venidas de todas las direcciones. Muchas gracias a todos y contad cono nosotros para la siguiente. De momento esperamos por Madrid a Blanca, de Ditirambo, dentro de dos semanas. Ya hemos quedado en vernos. Este es el principio de una gran amistad."

Lo he releido y he corregido alguna faltas de ortografía (que no sé cómo no han llevado a equívocos).

No comenté en camerata que mi nick durante varios días después de esto fue: "El fenómeno fan: 21 personas buscando una bufanda." ya que la úlitma noche Julio perdió su bufanda en el restaurante y estuvimos buscándola un montón de gente. Creo que a este hombre escucharle es admirarle y conocerle es quererle. Es una persona tramendamente cariñosa y agradecida que reacciona ante cada muestra de afecto, algo que sorprende en alguien tan admirado (le pasa igual a Bonnie Tyler, pero eso ya lo contaré otro día). Como muestra un botón: fue el sábado cuando le dije que le iba a pedir una foto con él y un autógrafo. Lo hice por la calle y "como de pasada" porque por alguna extraña razón, me da un poco de corte pedir autógrafos. Creo que se lo repetí una par de veces en plan broma y buscando también que no se me olvidase a mí. En la cena del domingo, cuando estábamos todos cantando y bailando y riendo... vamos, en plan cena de con los colegas, solo que éramos cien personas o así, vino hasta mí y me dijo: "La foto.". Se me quedaron los ojos como huevos de paloma (aparte de que me dio un poco de vergúenza ser tan desastre que se tuviera que acordar él). Yo me había planteado hacerlo más tarde, por no interrumpirle mientras se lo pasaba bien, pero el hecho de que se ocupara él de que yo no me quedara sin mi petición, me llegó al alma. Claro, no imaginais a qué velocidad salí a buscar una cámara de fotos... ¡escopetada! He de decir que fue muy sabio por su parte plantearlo "con tiempo" porque la idea en principio fue mía, pero, como decía arriba, se abrió la caja de Pandora y se hizo fotos con por lo menos diez personas y firmó otros tantos autógrafos (con dedicatoria, no vayais a creer que echa la firmita y ya está).
Para resumir todo esto en un concepto que entendamos todos, diré que Julio Domínguez es como uno de esos reyes justos de los cuentos y las novelas ambientadas en el medievo, que inspiran tanta admiración como cariño entre sus súbditos.