viernes, 28 de mayo de 2010

Cómo terminó mi carrera delictiva

Hace unos días estaban hablando en la radio de "cosas que hacen los niños". Mi madre dijo: "Yo sé de una que falsificó la firma de su madre con siete años."

Cuando yo tenía siete años, en el colegio, teníamos que devolver los examenes firmados por nuestro padre, madre o tutor. La firma de mi madre es muy sencilla, o al menos a mi me lo parecía. No sé por qué lo hice. O sí, por amor al arte. Ni siquiera sacaba malas notas, simplemente me di cuenta de que podía hacerlo yo y como tampoco entendía qué sentido tenía el proceso de firmar los examenes y me pareció divertido, no me planteé que estuviera mal. No me lo planteé hasta que me pillaron.

No sé cuánto tiempo estuve haciéndolo porque me consta que en el recuerdo de la niñez el tiempo es muy elástico, pero firmé más de dos y más de tres. Y más de cuatro. Me pillaron por confiarme. Yo los firmaba bien en el colegio, bien en mi casa y un día, de camino a casa en la furgoneta de la ruta, saqué el cuaderno y perpetré. Recuerdo que un chico unos cursos mayor me preguntó si los firmaba yo. Le dije que sí y recuerdo que se rio. Creo recordar que puso cierta cara de sorpresa divertida e incrédula, pero no puedo asegurarlo porque además yo entonces no sabía lo que era la incredulidad. Sí, falsificaba la firma de mi madre, pero no sabía qué era la incredulidad. El caso es que firmé en la furgoneta, pero con el temblor del vehículo no fui suficientemente rápida y me quedó un poco temblona. Y entonces tomé la decisión que me hizo cagarla. Repasé el trazo.

Cuando entregué el cuaderno, la profesora me dijo "Esto no lo ha firmado tu madre." Me debí de quedar blanca. Fue entonces cuando supe que no debí hacerlo. Pero hubo más: le dije que sí. ¡¿Qué iba a decirle?! Mi cara decía que no, pero yo dije que sí. Recuerdo que mi estómago me regaño. Como que noté una flojera rara... Yo esperaba un broncazo del copón al llegar a casa (tampoco sabía que era el copón, pero podía sentirlo). No pasó nada. No fue ese día. Tampoco sé cuántos días después fue, pero un día llamó a mi casa una señora, lo cogí, preguntó por mi madre, se la pasé. Cuando me madre salió de la habitación me dijo:"¿Cuánto tiempo hace que no te dan un dictado para que lo firme?" ¡Le había cogido el teléfono a la profesora y no la había reconocido! En ese momento la odie con toda mi alma (a la profesora, a mi madre la temí). La verdad es que fue suerte, si la hubiera reconocido mi mal rato se hubiese extendido también durante el tiempo que duró la llamada, pero no lo pensé cuando deseé su muerte. Esa muerte de standby no definitivo que inventan los niños.

Lo siguiente fue muy rápido. No hubo cachetes, ni me partieron la cara. Fue peor. Recuerdo que el principal problema para mi madre era que hubiera mentido y no que hubiera falsificado su firma. A ese respecto yo estaba algo atónita, si bien estaba muy ocupada para pensar nada que no fuese una oración (nah, mentira, sólo quería evaporarme). Lo siguiente que recuerdo soy yo sentada en el suelo al lado del sillón en que se había sentado mi madre, con actitud de implorar perdón a dios tras haberme cargado a la humanidad sin querer. Cuando me madre salió de casa me dijo que estaba castigada una semana sin ver la televisión. "Televisión" entonces significaba "Espinete" y recibí la noticia como si hubieran enviado al frente al erizo.

No recuerdo con especial frustración el no ver la tele. Tampoco encuentro en la memoria ningún episodio posterior relativo a este tema, salvo que cuando entregué el siguiente dictado a mi madre para que lo firmara, doblé el cuaderno de manera que la página anterior, el cuerpo del delito, la prueba de mi torpeza, el error que me desterró del negocio del crimen, no quedara a la vista. Y recuerdo que no fue por haber firmado en su lugar. Fue por haberlo hecho mal.

jueves, 27 de mayo de 2010

Las mujeres "zumbamos" con el cerebro

Uno de los temas recurrentes entre mis amigos Bene y Alfonso y yo es el sexo. Perdón, uno de los temas DE CONVERSACIÓN recurrentes entre mis amigos Bene y Alfonso y yo es el sexo (así mejor, lo otro vendría siendo mentira). Yo mantengo que para la mujer el principal órgano sexual es el cerebro y a ellos les da mucho asco. Hace unos días Bene me envió el siguiente vídeo a lo que Alfonso comentó "Tal y como me lo imaginaba."

miércoles, 26 de mayo de 2010

Orden de post

Elegí el sistema Blogspot como podría haber elegido otro cualquiera una vez que el Space de msn, el antiguo, se me quedara un poco pequeño. La verdad es que en general me funciona bien y, aunque a veces no sé cómo hacer alguna cosa, doy por hecho que el problema es mío y no del portal (y por ende, lo solvento la mayoría de las veces). No sé si estaré alcanzando la madurez bloguera, pero hoy le he encontrado una pega, no ha podido cumplir mis necesidades.

Señores de Blogspot: ¿sería posible publicar las entradas guardadas en un orden distinto al cronológico sin necesidad de copiar y pegar? ¿podría publicarlas en función de cuándo las termino y no cuándo las esbozo, cosa que, por otro lado, me parece mucho más logica? Gracias.

Si el problema es de nuevo mio y alguien sabe como resolverlo, se agradecerá la ayuda y se pondrá una vela a Santa Tecla por la salvación de su índice de visitas. También gracias.

lunes, 24 de mayo de 2010

Lección de vida

He encontrado este video en un blog que sigo desde hace poco tiempo. Me produce sentimientos encontrados... Una amplia alegría y una inconsolable melancolía. Vedlos y después comento.





El carácter general de este blog no es tan introspectivo como lo que me dispongo a escribir, pero quisiera reflexionar al respecto y qué mejor forma que escribiendo.

No sé si mirar hacia adelante y coger de aquí carrerilla para el resto de mi vida, o llorar. El mensaje es absolutamente esperanzador incluso para mi, en mi cabeza (ah, no, en la cabeza no, en... ¿en el alma en mi caso?) y mientras soy libre, en horas sueltas y robadas a la noche, al sueño y a las obligaciones. De acuerdo, volemos.

Hace cosa de un mes tomé una decisión gracias a la cual me siento liberada. Ni siquiera sé si quizá soy mayor para esto, pero me estoy sacudiendo desde entonces, intentando liberarme de los últimos cabos sueltos que me impiden salir corriendo desde ya, así, en zapatillas y como si no hubiera mañana. El problema es que hay mañana. Y mañana tendré a la onza, el león y la loba acechando y lanzando zarpazos para despojarme de mis ganas y de los jirones de aplomo con que intento cubrirme. Puedo zafarme de los miedos que yo misma genero e ignorarlos escudándome en intentos. Quizá estos intentos sean equivocaciones como las que comentaba Robinson, pero bueno, también dice que si no te equivocas no saldrá nada bueno. Estoy procurando seleccionar de entre mis amigos a los más libres, aquellos que son capaces de soñar a lo grande, digamos, los catedráticos del sueño (curiosa paradoja). Es interesante tener en cuenta que parecen los menos ubicados de todos. Son aquellos que no parecen ir a ningún sitio, los que no saben qué van a ser de mayores. Pretendo aprender de ellos (de vosotros) y que me fíen algo de aplomo cuando me falte, dado que el gris lúgubre y rutinario me sobra y además, me lo sirven periódicamente, será por si lo pierdo. Pero, además de todo esto, ¿qué hacer cuando tu mayor condicionante te mantiene en el suelo atada por las vísceras ? ¿cuando te cuesta creer en ti porque te lo han contagiado? ¿cuando no confías en la suerte porque hasta el momento (quizá no por su culpa y ni siquiera la tuya) no te ha dado razones para ello? Y el mayor problema es la inercia que mantiene el péndulo: ¿Qué hacer contra la propia educación?

sábado, 22 de mayo de 2010

La apoteosis necia


Supe de Berto Romero por medio del programa de Buenafuente y me río un montón con él. Ayer asistí a la única representación de La apoteosis necia que su compañía El Cansancio hará en Madrid (por el momento).

Este espectáculo me ha servido para conocer más su estilo, genial y muy completo, si bien ya se atisbó algo en El programa de Berto que en mi opinión no triunfó por ser demasiado específico, ya que este formato no gusta a todo el mundo. En el caso de La apoteósis... dudo que se le pueda sacar más partido al formato monólogo. Chispazos geniales , geniales también las canciones (resulta que compone letras MUY BUENAS en mi humilde opinión)(el verso de la camisa de fuerza me llegó al alma), hilarante el paseo al comedor... Lei por ahí que si te gustan los monólogos tienes que ir, y si no te gustan, más aún. Y desde luego, estoy de acuerdo.
Pero aún hay más: es un artista que cuida a sus seguidores, porque, a las dos de la madrugada estaba haciéndose fotos con nosotros y firmando autógrafos a pesar de que había gente metíendole prisa. Encantador ... ¡Magnífico! XD!

domingo, 9 de mayo de 2010

Bulo sobre Tommy Hilfger y Oprah Winfrey

Me han enviado un correo que decía lo siguiente:

"El domingo 25 de Enero, Se publico una información sobre TOMMY
HILFIGER. A pesar de la globalización y de la rapidez en las
comunicaciones, seguimos estando atrasados, si no, lean la siguiente
anécdota:

Oprah Winfrey en uno de sus programas más recientes, entrevisto a Tommy
Hilfiger, el diseñador de la ropa que lleva su nombre.

En el show, Oprah le pregunta si de verdad él había hecho el siguiente
comentario:

'Si yo hubiera sabido que los negros americanos, los judios, los latinos,
Españoles, Venezolanos, cubanos, los Argentinos, Chilenos, mexicanos,
Bolivianos, Peruanos y los asiáticos comprarían mi ropa, no la hubiese
diseñado tan buena. Desearía que ese tipo gente no comprara mi ropa, pues
esta hecha para gente caucásica, de clase alta... y desearía dársela mejor
a los cerdos...'
Ante la pregunta de Winfrey de si el había hecho tan cruda afirmación,
Hilfiger respondió con un simple y escueto
SI.
También admitió su odio por los judíos y su admiración por Hitler.


Inmediatamente después, Oprah le exigió que abandonara su show. "

A continueción podíamos leer la sugerencia al respecto que hacía el autor del tecto que no nos interesa en absoluto.

Cuando encontreis un texto acerca de algo que ocurrió en un espectáculo televisivo, si no viene con video... malo. Ocurrió lo mismo con la historia de Ricky Martin y la mermelada. Si no quereis ser injustos, comprobad la veracidad de lo que leeis antes de difundir lo que puede ser una calumnia y, si no quereis invertir tiempo en ello, simplemente no lo reenvieis, porque la relación gratuidad/gravedad del daño que pueden hacer las mentiras difundidas por internet, es tremenda. Aparte del daño moral recibido, este hombre ha debido de perder mucho dinero en ventas. Que sí, que tiene mucho más, pero es que tenga el que tenga lo ha ganado honradamente y le pertenece (¿volvemos a la envidia como en la entreda anterior?).

A continuación os dejo el video que demuestra que hablamos de un bulo: