miércoles, 29 de diciembre de 2010

Una bomba de relojería

Así me siento. Como una bomba de relojería escondida en un objeto cotidiano. Y nadie se ha dado cuenta.

Puede ser cualquier cosa. Un tenedor, una página de una revista o una pequeña radio. Nadie lo nota ni da la alarma y los objetos se siguen utilizando normalmente, como se supone natural. Pero un día el tenedor estalla entre los labios, al pasar la página de la revista sólo alcanzas a atisbar un anuncio de cruceros antes de ver un resplandor cegador o la radio se rompe en mil pedazos en mitad de una canción de Guns`n Roses, llevándose por delante el pequeño mundo del que formaba parte. O quizá durante las señales horarias: pi, pi, pi... y nunca llegas a oir el piii.

Nadie se lo espera porque es absurdo. Sencillamente de locos. ¿Por qué iba a ocurrir? Pero yo lo temo cada día.

Tic, tac, tic, tac, tic...

sábado, 25 de diciembre de 2010

# Trafalgar - José Luis Corral

Absolutamente exquisito y maravilloso. Un libro para disfrutar y aprender.